Laura Iñiguez, Content Manager en Hirebook
Laura es una estratega de contenidos y redes sociales con gran experiencia en Compromiso Laboral, Gestión de Personas y Cultura. Trabaja con Hirebook para dar vida a sus mejores prácticas innovadoras a través de contenidos, vídeos y seminarios web vistos por miles de personas en todo el mundo.
Pub: noviembre 29 2022
Upd: noviembre 29 2022
A menudo se pasan por alto las habilidades en recursos humanos de gestión de personas y tendemos a centrarnos en el desarrollo y uso de otras habilidades para intentar "cumplir nuestros objetivos". Olvidamos que en la gestión hay mucho más que habilidades duras o técnicas. Pero estamos aquí para recordarte que, cuando se trata de gestionar personas, las habilidades blandas desempeñan un papel muy importante a la hora de conducir a tu equipo hacia el éxito.
Índice de Contenido:
- ¿Qué es la Gestión de Personas?
- ¿Cuáles son las Competencias Laborales en Gestión de Personas que necesita para Prosperar como Gerente?
¿Qué es la Gestión de Personas?
La gestión de personas es un conjunto de prácticas o "habilidades blandas" centradas en los procesos relacionados con el talento, desde la adquisición del mismo hasta su optimización, motivación y retención; proporcionando apoyo y orientación continuos a los empleados para mejorar su crecimiento y beneficiar a la organización.
Es difícil definir el conjunto de habilidades en recursos humanos necesarias para una buena gestión de personas, pero son tan importantes, si no más, que las habilidades técnicas y herramientas tecnológicas. Y dominar la gestión de personas tiene un enorme impacto en la eficiencia y la eficacia del trabajo de un equipo.
El éxito de una buena gestión de los empleados desempeña un papel muy importante en el compromiso de los mismos, por lo que los líderes no sólo deben centrarse en los resultados, sino también en los procesos por los que pasan sus subordinados directos para lograr esos resultados, y encontrar soluciones para que estos procesos sean más eficientes desde una perspectiva humana, además de la técnica. Parte del trabajo de un gerente es mantener al equipo motivado, revisar la forma en que los empleados trabajan, se comportan y se desarrollan, y guiar a su equipo hacia el éxito.
La gestión de personas no es sólo un estilo de dirección, es un sistema de compromiso que aprovecha el esfuerzo del equipo para impulsar a toda la fuerza de trabajo de una empresa. Una gestión eficaz de las personas implica proporcionar apoyo en áreas como:
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Reclutamiento
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Cultura Corporativa
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Compromiso Laboral (Employee Engagement)
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Entrenamiento
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Retención
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Gestión del Rendimiento
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Comunicación
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Bienestar y Seguridad
Como gerente, te enfrentarás a muchos retos y situaciones que van más allá de las tareas diarias y la consecución de objetivos; tienes que involucrarte y formarte en las áreas mencionadas no sólo para "ayudar" a ciertos departamentos, sino para ayudar a tu equipo a dar lo mejor de sí mismo y a sentirse lo mejor posible.
Algunos ejemplos de cómo las habilidades de gestión de personas son útiles en el lugar de trabajo son:
- Resolver los conflictos entre los empleados y promover el respeto mutuo.
- Inculcar la colaboración de los empleados para ayudar a cumplir los plazos.
- Ayudar a capacitar a los nuevos miembros del equipo o enseñar nuevos softwares y habilidades a tus empleados.
- Promover la cultura de la empresa y un entorno de trabajo seguro.
- Ayudar a tu equipo cuando tengan bloqueos o se sientan abrumados en el trabajo.
El desarrollo de las habilidades y competencias en recursos humanos y de gestión de personas te ayudará, en general, a fomentar tu relación jefe/empleado para dar a tus subordinados la motivación y el apoyo que necesitan para rendir y afrontar los retos.
A continuación, te ofrecemos algunas habilidades de gerente de recursos humanos que te ayudarán a gestionar mejor a tu equipo.
¿Cuáles son las Competencias Laborales en Gestión de Personas que necesita para Prosperar como Gerente?
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Comunicación
Establecer los canales de comunicación adecuados y una escucha activa creará una relación natural y dinámica entre el director y los empleados. Estos canales deben ser libres y abiertos, permitiendo una retroalimentación bilateral y continua, y una actualización constante de cómo los esfuerzos de tu equipo impactan en toda la organización.
Un buen líder implementa la escucha activa entre sus subordinados y debe ser capaz de comunicar con claridad las nuevas ideas, proyectos y tareas a sus subordinados y hacerles saber qué se espera de ellos o cuáles son los nuevos pasos a seguir.
Para ser un mejor gerente, la comunicación y la escucha activa tienen que estar en tu caja de herramientas, marca toda la diferencia entre la confianza y la incertidumbre en medio del cambio y los tiempos difíciles. Lo que nos lleva a nuestra siguiente habilidad:
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Confianza
Como en cualquier tipo de relación, la confianza es la base de la relación entre gerente y empleado. Es crucial que los empleados confíen entre sí, que confíen en su líder y que el líder confíe en su equipo.
Si confías en tu equipo, podrás confiar en sus capacidades y creer en su potencial para completar los objetivos, en lugar de recurrir a la microgestión y vigilar constantemente a tu equipo con incredulidad, tratándolos como si fueran niños que necesitan una supervisión constante.
Los empleados que sienten que su jefe confía en ellos tienden a esforzarse más para conseguir mejores resultados y hacer que sus jefes se sientan orgullosos. Se responsabilizan de su trabajo y se sienten lo suficientemente seguros como para pedirte consejo cuando creen que lo necesitan. Esto ayuda a que los procesos sean más eficientes y a que tus empleados se sientan seguros de sí mismos y capaces de alcanzar sus objetivos, a la vez que se fomenta el desarrollo profesional.
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Motivación
La motivación es algo de lo que oímos hablar mucho, pero no todos los jefes tienen la capacidad de motivar a su equipo, y eso es porque la motivación implica mucho más que ofrecer un par de ventajas o premios.
Claro que a veces los empleados están intrínsecamente motivados por la naturaleza de algunas de sus tareas y las realizan bien, pero siempre hay una pila de tareas que quieren aplazar hasta que no haya más escapatoria que trabajar en ellas, y eso suele conducir a resultados no tan buenos.
Ahí es donde debe entrar la motivación de un gerente. Y para que esto funcione, primero tienes que conocer bien a los miembros de tu equipo para averiguar la mejor manera de llegar a ellos. Identifica sus puntos fuertes y sus aspiraciones, lo que hace que tu equipo se mueva. Cuando se trata de momentos o tareas en los que los empleados "no lo sienten", es importante apelar a lo que es importante para ellos con respecto a su ser profesional. Hazles ver por qué esas terribles tareas son importantes y cómo se beneficiarán de hacerlas, cómo impactarán en toda la empresa y cómo esas tareas juegan un papel importante en su desarrollo profesional.
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Apreciación
Apreciar el trabajo y las victorias de tus empleados es una habilidad de gestión de personas que debes dominar, y no tiene por qué incluir premios monetarios o ventajas, pero definitivamente no es tan fácil como decir simplemente "buen trabajo" de vez en cuando. Como gerente, es importante aprender a elogiar y recompensar a tus empleados por un trabajo bien hecho, pero también es importante saber cuándo hacerlo, puede convertirse en un arma de doble filo.
Mostrar tu aprecio hacia tus subordinados directos les influye individualmente y les anima a seguir rindiendo igual de bien, si no mejor. Pero si los elogias y felicitas constantemente, no parecerá genuino y puede percibirse como falso, de ahí el arma de doble filo. Puedes consultar este artículo para ver algunos ejemplos de feedback positivo.
Para mostrar aprecio a tus empleados, tienes que prestar atención a lo que hacen, y elogiarlos sinceramente cuando tienen un buen rendimiento, agradecerles su dedicación y asegurarte de que saben que desempeñan un papel muy importante en el funcionamiento de la organización.
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Responsabilidad
Como gerente, no sólo eres responsable de tus funciones, sino también de las de los miembros de tu equipo. Al final, lo que ocurre con tu equipo depende de ti. Un buen gerente se hace responsable cuando algo va mal o no funciona, y también da el debido crédito y elogia a los miembros de su equipo que hacen un buen trabajo.
Los directivos deben ser capaces de rendir cuentas de todo lo que se hace o no se hace, y asumir la responsabilidad tanto de los éxitos como de los fracasos. Esto no solo es ético, sino que cuando los empleados saben que su líder les respalda, se esfuerzan por no defraudarles, lo que significa que estarás impulsando un gran rendimiento y logrando mayores resultados.
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Paciencia
Dirigir un equipo es difícil, a veces puede parecer como ser un profesor a cargo de un grupo de alumnos durante la mayor parte del día, a veces sientes que nada va bien y no tienes a quién recurrir porque básicamente tienes que dirigir al grupo y mostrarles el camino. Sí, puede ser frustrante, por eso la paciencia es un elemento imprescindible en tu kit de gestión de personas.
Puedes pensar que la paciencia es algo con lo que se nace, pero en realidad es una habilidad que puedes desarrollar haciendo algunos ejercicios sencillos. En primer lugar, no te olvides de respirar, solemos olvidar que la respiración es una parte importante de la resolución de problemas y está muy infravalorada, pero respirar profundamente en medio de una situación difícil o estresante marca una gran diferencia. Además, intenta mantener la calma y controlar tus emociones; la forma en que respondas afectará la forma en que responda tu equipo. Es mejor intentar calmarse, no sólo porque es saludable emocional y físicamente, sino porque es más fácil resolver y pensar con claridad con la cabeza fría. Tu equipo seguirá tus pasos y podrán trabajar todos juntos en la búsqueda de soluciones.
La capacidad de reaccionar adecuadamente y no dejarse llevar por las emociones es un gran activo, es algo a lo que aspirarán tus compañeros y permitirá a tu equipo tener armonía y estar seguro de que siempre saldrán adelante con eficacia.
Todos aspiramos a hacer un gran trabajo y conseguir un ascenso, pero cuando llegamos no siempre sabemos cómo manejarlo. Podemos estar preparados profesionalmente, pero ser un líder requiere algo más que conocimientos profesionales o conocimientos requeridos para recursos humanos, y debemos tener en cuenta que las habilidades blandas son tan importantes como las duras.
La importancia de las habilidades de gestión de personas no puede ser exagerada - son tanto una estrategia de negocio como desarrollo de la cultura. El software de Hirebook permite a los equipos establecer objetivos y mantener las conversaciones frecuentes sobre el rendimiento necesarias para tener éxito, lo que facilita la gestión de los empleados.
Prueba Hirebook hoy para aprovechar los OKRs, Check-ins y las sesiones 1 a 1 para empezar a ver los beneficios de la gestión del rendimiento en tu organización.
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