Como seres humanos, nos gusta marcarnos objetivos en busca de ser mejores personas o tener una vida mejor. Profesionalmente hablando, podemos tener un puesto o negocio específico en nuestra mente, y queremos trabajar para conseguir esos objetivos. Pero como la mayoría de los humanos, probablemente también te sientas un poco perdido y no sepas por dónde empezar o qué necesitas para comenzar. Pues bien, ¡no te preocupes más! ¡Estamos aquí para ayudarte en esta búsqueda!
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Hay un dicho popular que dice: "Uno nunca deja de aprender". Y eso siempre ha sido cierto, pero más hoy en día que todo avanza tan rápido. La tecnología cambia cada día y hay constantes avances en todas las ramas de la ciencia que prácticamente nos obligan a seguir actualizando nuestros conocimientos y habilidades. No podemos quedarnos atrás.
El éxito no se consigue de la noche a la mañana. La diferencia entre una persona que avanza profesionalmente de forma continua y otra que está estancada en su carrera es su capacidad para establecer, trabajar y alcanzar objetivos de desarrollo profesional.
Para saber si estás contento con tu situación profesional actual, hazte las siguientes preguntas: ¿Estás contento con el estado actual de las cosas? ¿Sabes lo que estás haciendo? ¿Estás satisfecho con tus actividades diarias y cómo las realizas? ¿Va tu carrera en la dirección correcta? ¿Dónde te ves en los próximos 5 años?
Si tus respuestas no te hacen sentirte entusiasmado con tu futuro, es posible que estés estancado profesionalmente.
Básicamente, son objetivos que trazan un mapa de tu carrera para guiarte en la dirección correcta. El propósito de estas metas profesionales es aumentar tus conocimientos y habilidades, y estar mejor preparado.
Tenemos que ser inteligentes con respecto a nuestro futuro, y los conocimientos no siempre son gratuitos. Así que haz las paces con la idea de invertir en ti mismo y mejorar tu potencial para ser la mejor opción para los empleadores y tener una ventaja competitiva. Esto sólo puede traerte el éxito y proporcionarte no sólo desarrollo profesional sino también personal; pero, de nuevo, no ocurre de la noche a la mañana. Requiere tiempo y mucho esfuerzo.
Las habilidades de comunicación escrita son necesarias para escribir correos electrónicos, chatear con otros a través de herramientas de mensajería instantánea, publicar en las redes sociales para tu negocio o completar un proyecto.
La formación en liderazgo ayuda a inculcar a las personas una mayor confianza, conduce a oportunidades y puestos de mayor nivel en muchos casos, y es innegablemente beneficiosa para las organizaciones. Las habilidades de liderazgo pueden desarrollarse a través de cursos, tutorías, pasantías e incluso experiencia en el trabajo.
Mejorar tus habilidades organizativas puede ayudarte a ser más productivo y eficiente en el trabajo, ahorrando tiempo y energía que podrás dedicar a otros proyectos.
El pensamiento creativo y la resolución de problemas es una habilidad valiosa tanto para el trabajo diario como para las visiones y metas a largo plazo en el lugar de trabajo.
Las habilidades interpersonales nos ayudan a comunicarnos e interactuar con los demás, y cuando se hacen bien, estas habilidades nos ayudan a comunicarnos más eficazmente y a crear relaciones profesionales.
Las resoluciones de conflictos saludables y sin riesgos son necesarias en todos los entornos de trabajo, tanto si se trabaja en equipo como si se interactúa con los clientes o con ambos. Los conflictos y los desacuerdos son inevitables y son una parte sana y necesaria del trabajo con los demás cuando se gestionan adecuadamente.
Cuanto mejor gestiones tu tiempo, más eficazmente podrás cumplir los plazos, gestionar tu carga de trabajo y mantener bajos tus niveles de estrés.
La escucha activa se refiere a la capacidad de escuchar a alguien por completo, entender lo que dice y comprender su mensaje para poder recordar lo que ha dicho más tarde. Esta habilidad blanda te ayudará a aumentar tu valor profesional y conlleva muchos beneficios, como la creación de conexiones, la confianza de los demás y la mejora de tu base de conocimientos y comprensión.
Independientemente del sector que conozcas, es inevitable que surjan problemas en tu trabajo. El liderazgo se define por tu capacidad para resolver problemas y mantener a todo tu equipo alineado y haciendo suya la solución.
Comprender la idiosincrasia de tu sector - y la posición de tu organización dentro de él - es fundamental para el éxito de cualquier organización.
Aunque tus objetivos deben adaptarse a tus metas personales, hemos reunido 8 ejemplos de metas para darte una idea de los objetivos profesionales en los que puedes trabajar. A la hora de establecer objetivos de desarrollo profesional, es muy recomendable utilizar el marco de objetivos SMART para que te resulte más fácil alcanzar las metas que te propones.
Como hemos dicho antes, ¡uno nunca deja de aprender! Y como el conocimiento es poder, te animamos encarecidamente a que busques nuevas habilidades que aprender y dominar, especialmente aquellas que se ajusten a tu puesto y te hagan mejorar en tu trabajo, o que sean necesarias para aquellos puestos a los que aspiras a llegar.
Invertir tiempo en aprender nuevas habilidades mejorará tu valía y te situará por delante de tus compañeros. Tendrás más logros para deslumbrar en tu currículum, lo que te permitirá conseguir mejores puestos de trabajo o montar tu propio negocio.
Intenta siempre hacer un esfuerzo adicional en lugar de limitarte a hacer lo que está en la descripción de tu trabajo. Si asumes más responsabilidades de gestión, te harás notar y esto te proporcionará un trampolín hacia puestos de liderazgo. Pregunta a tu jefe cuáles son las áreas de oportunidad en las que necesitas trabajar y qué responsabilidades extra puedes asumir para mejorarlas.
También puedes evaluar cuáles son esas pequeñas cosas de las que todo el mundo se queja y dar un paso adelante y ocuparte de ellas. Realizar tareas que nadie más está dispuesto a hacer te pondrá en el punto de mira, te dará mucho reconocimiento y dará forma a tus habilidades de liderazgo para futuras funciones. Además, se verá muy bien en tu próxima evaluación de desempeño.
Si estás interesado en crecer profesionalmente, definitivamente no puedes permitirte tener pánico escénico. A medida que desarrollas tu carrera, constantemente te encontrarás haciendo desde reuniones diarias hasta presentaciones, dando charlas de ánimo y estableciendo relaciones. Mejorar tus habilidades para hablar en público te permitirá relacionarte y comunicarte con éxito con tu audiencia (bueno, en este caso, con tu equipo), y motivar e inspirar a los que te rodean.
Como la tecnología avanza tan rápido, cada día aparecen nuevas versiones y mejoras de todo. En este caso concreto, si hay ciertas herramientas que necesitas para tus objetivos de carrera y desarrollo profesional, no puedes dejar de actualizar tus conocimientos sobre ellas. Establece un plazo específico para actualizar tus conocimientos cada vez que lo necesites, y sé constante.
El manejo del estrés es algo que todos debemos aprender para beneficiar nuestra salud. Pero para el desarrollo profesional y para un aspirante a líder, te proporcionará las herramientas para gestionar la resolución de conflictos y la solución de problemas de la manera más eficiente. Aprenderás a resolver situaciones con la cabeza despejada y a ayudar a los demás cuando se sientan abrumados o atascados en un proyecto o tarea.
Las convenciones son una forma estupenda de conocer todo lo relacionado con tu trayectoria profesional y los puntos de vista de otras personas respecto a tus intereses. Puedes ver cómo lo hacen tus competidores y en qué se centran, qué le falta a tu organización o cómo podrías aprender de los demás. Por no hablar de la extraordinaria cantidad de relaciones interpersonales y profesionales que puedes establecer y que pueden ayudar a impulsar tu carrera.
Al establecer nuestras metas en la vida profesional, es importante dejar claro que no todas se cumplirán en el mismo lapso de tiempo. Algunas necesitarán más tiempo para desarrollarse y cumplirse que otras. Es por eso que debes tener claro cuáles serán metas a corto plazo, metas a mediano plazo, o metas a largo plazo.
Metas a Corto Plazo: Las metas a corto plazo son aquellas que necesitan un breve periodo de tiempo para ser alcanzadas, normalmente de días o semanas. Un ejemplo de metas a corto plazo sería: “modificar mi CV”.
Metas a Mediano Plazo: Son las que se cumplen en un periodo de tiempo un poco más largo que las metas a corto plazo, aunque en un futuro cercano de varios meses. Requieren más esfuerzo para ser conseguidas y se pueden separar en metas a corto plazo. Un ejemplo de metas a mediano plazo sería: “Implementar la tienda on-line en nuestra página.”
Metas a Largo Plazo: Son las que requieren más tiempo en lograrse, en un periodo de varios años. Para ser conseguidas se necesita un esfuerzo duradero y la consecución a su vez de metas a corto y medio plazo durante años. Un ejemplo de meta a largo plazo sería: “Ser el próximo gerente de proyecto”.
Y ahí lo tienes. Decidir tus metas profesionales es el primer paso para empezar a desarrollarte tanto personal como profesionalmente. Escribe tus objetivos en algún lugar visible para poder motivarte constantemente y hacerte responsable. Esto aumentará tus posibilidades de éxito.
Si eres un gerente, te recomendamos que mantengas conversaciones de desarrollo con tu equipo y les ayudes a establecer objetivos de desarrollo y a trabajar para conseguirlos. El uso de una herramienta como Hirebook te permite hacer un seguimiento de sus objetivos, su progreso y mantener conversaciones útiles, lo que resulta en un gran compromiso y rendimiento.