¿Te cuesta trabajo mantener el enfoque en el trabajo? ¿Tienes días en los que estás híper concentrado y otros en los que simplemente no puedes concentrarte? ¿Sientes qye las distracciones están por todas partes? No te preocupes, no estás solo. Esto le ocurre a millones de personas en todo el mundo.
Por supuesto que todos queremos mantenernos concentrados a lo largo de la jornada laboral para cumplir con nuestros objetivos, ofrecer un buen rendimiento y simplemente mantenernos al tanto de nuestras actividades; lo que nos permite mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida, tener tiempo para relajarnos y hacer más de lo que nos hace felices... Sin embargo, muchas personas se encuentran luchando contra las distracciones y terminan trabajando bajo presión porque tienen un proyecto que se debe entregar en un par de días y están súper atrasados y ahora no hay tiempo para relajarse en absoluto. ¿Te resulta familiar?
No mucha gente lo sabe, pero un estudio demostró que una persona media tarda entre 23 y 25 minutos en volver a concentrarse después de haberse distraído. Si te distraes con facilidad, ni siquiera intentes hacer el cálculo de los minutos que pasas luchando por volver a concentrarte en tu trabajo. La tecnología es una bendición y una maldición a la vez; seguro que es útil, pero a veces distrae tanto...
Los empleados de las empresas trabajan principalmente con un computador, y se distraen cada 10,5 minutos en promedio. Estas distracciones pueden ser cualquier cosa, desde la lectura de correos electrónicos hasta la lectura de una simple notificación en su teléfono, o simplemente la revisión de las redes sociales. Teniendo en cuenta que la capacidad de atención de una persona oscila entre los 10 y los 20 minutos, no es de extrañar la rapidez con la que podemos desviarnos de lo que estamos haciendo en un momento dado y luchar por mantener la concentración.
Tu tiempo es valioso, pero lidiar con estas distracciones y perder la concentración te hace perder el ritmo, haciéndote menos productivo. Como no puedes apagar el mundo entero para concentrarte y aumentar la productividad laboral, debes encontrar las técnicas y consejos adecuados para mantenerte enfocado, y para eso estamos nosotros, para brindarte estrategias para mejorar la productividad:
El entorno de trabajo es muy importante para no perder la concentración. Un espacio de trabajo limpio y funcional es clave, pues incrementa la productividad. Tiene que ser acogedor y estar libre de distracciones. Si trabajas desde casa, intenta encontrar un espacio apropiado en tu casa que sea tranquilo y que preferiblemente tenga una puerta. Tu espacio de trabajo debe estar limpio, sabemos que solemos tirar todo en nuestros escritorios, pero límpialo y mantén sólo lo fundamental para tus actividades como tu computadora, notas post-it o un bloc de notas, un bolígrafo, etc.
Ten siempre cerca tu agua, preferiblemente en una botella para evitar accidentes. Llévate un buen vaso para el café y toma algún refrigerio saludable al principio del día, así no tendrás excusas para ir a la sala de descanso o a la cocina a buscar algo cuando tengas hambre o un antojo. Comer dentro de tu área de trabajo no te expondrá a actividades ajenas y otras distracciones, por lo que ayudará a elevar la productividad.
Cómprate unos buenos auriculares con cancelación de ruido que te tapen las orejas, no sólo para bloquear mejor el ruido, sino también para que la gente sepa que estás trabajando y que no te deben interrumpir a menos que haya una emergencia; tampoco estaría de más decirles que no te molesten cuando lleves los auriculares puestos para que puedas concentrarte.
A la mayoría de la gente le gusta escuchar música mientras trabaja, pero el tipo de música equivocado puede convertirse más en una distracción que en una herramienta de concentración (si te pones a cantar, ¡seguro que no consigues hacer nada!). El objetivo de escuchar música mientras trabajas es facilitarte las cosas y servirte de inspiración. Identifica la música que te anima y te permite mantener la concentración. Para algunos pueden ser los últimos éxitos, y para otros la música clásica de toda la vida.
Si realmente lo piensas, por mucho que planifiques tu día, otros controlan gran parte de tu tiempo. Cada notificación, cada mensaje en Slack y cada correo electrónico se envían cuando a los demás les apetece, o cuando están libres, NO cuando tú lo estás. Así que si te distraes con esa nueva notificación y decides responder y ocuparte de ese asunto que surgió mientras estabas haciendo otra cosa, ahora estás usando tu tiempo en la tarea de otra persona. No estamos diciendo que no debas prestar atención a los demás y a lo que necesitan, pero si no es urgente, puede esperar a que termines con tus prioridades. Basta un segundo para distraernos y sacarnos de "la zona".
Una cosa que puedes hacer para gestionar eficazmente tu tiempo y elevar la productividad es desactivar las notificaciones. Hubo un tiempo en el que conseguíamos hacer nuestro trabajo sin estar disponibles 24/7; pon un temporizador en las notificaciones para no permitir que otros creen distracciones cuando tú quieres estar concentrado. Si alguien necesita algo urgente, te llamará, no sólo te enviará un mensaje.
Las redes sociales no están pensadas para consultarlas todo el tiempo. Disciplínate para consultarlas sólo cuando decidas tomarte un descanso y haz un esfuerzo para dedicarles sólo unos minutos. Desgraciadamente, tiendes a permanecer en ellas mucho más tiempo del previsto porque siempre hay algo nuevo, emocionante o interesante que llama tu atención... pero esto sólo disminuirá tu productividad, ya que hay mucha información que podría perturbarte innecesariamente; como noticias tristes de un amigo o una celebración que te has perdido, etc.
Otra cosa es hacer una cosa a la vez. No intentes hacer varias cosas a la vez cuando quieras hacer las cosas bien. Si intentas hacer muchas cosas a la vez, ninguna de ellas tendrá toda tu atención y no te mantendrás concentrado en absoluto. ¡Está bien tomarse un descanso! La Técnica Pomodoro establece que debes trabajar 25 minutos y luego tomar un descanso de 5 minutos, después de cuatro descansos (o cuatro pomodoros), debes tomar un descanso más largo. Tratamos esta técnica en este post. También es saludable dejar de trabajar en una tarea que te está estresando y hacer otra en su lugar, esto te permitirá mantenerte concentrado en otra cosa y tener la cabeza despejada cuando vuelvas a retomar el asunto estresante.
Seguro que alguna vez has intentado tener una lista de tareas pendientes y no has conseguido cumplirla. No pasa nada por fracasar y volver a intentarlo, ¡sólo así aprendemos a tener éxito! Pero sólo si lo intentamos de otra manera.
La primera hora de la jornada laboral suele ser la más productiva, ya que nos estamos acomodando y estamos preparados y con energía para afrontar el día. Durante esta hora, debes establecer tus tareas más difíciles y desafiantes, esas son tus prioridades para el día. Identifica tus horas de energía para trabajar en tus prioridades y deja las tareas tediosas para el final del día o para cuando necesites un descanso.
Ten tu lista cerca, ya sea en una aplicación o en un cuaderno, y asegúrate de tacharlas cuando estén hechas. Esto te llenará de satisfacción y potenciará tu mejora de productividad.
Muchas veces, las distracciones vienen en forma de artículos o vídeos interesantes que no quieres perderte. En lugar de tener un montón de pestañas abiertas que no harán más que aumentar tu estrés y tentarte a dejar lo que estás haciendo para verlos, utiliza una extensión de Chrome (o incluso una simple nota en tu ordenador) para guardarlos para más tarde. Puedes utilizar herramientas como Pocket o Evernote para guardarlas, e incluso añadir etiquetas basadas en el tema, para acordarte de volver a ellas más tarde.
A veces, cuando menos lo esperamos, nuestro cerebro encuentra la solución a un problema que lleva días molestándonos, incluso cuando no estamos pensando en él. ¿Te ha pasado alguna vez? Nuestro cerebro establece conexiones en los momentos más inverosímiles, ¡como cuando estamos concentrados en otra cosa! Por muy bien que suene y por mucho que nos guste que ocurra, si nos tomamos la molestia de dar seguimiento a cada idea en el momento en que nos viene a la cabeza, nunca conseguiremos hacer nada.
Así que, en lugar de pararlo todo para seguir con tus ideas, ten un registro de todos esos pensamientos a los que quieres volver más tarde. Así podrás mantenerte centrado en cada tarea adecuadamente.
Las listas de "revisar después" e "ideas" sólo serán efectivas si realmente se reserva un tiempo para revisarlas. Para alimentar nuestra creatividad y crecimiento profesional, es imprescindible disponer de tiempo libre para pensar. Si nos limitamos a hacer las cosas todo el tiempo, perdemos oportunidades de desarrollarnos profesionalmente y perdemos la visión del panorama general.
Para mantener la concentración mientras trabajas, puedes darle un respiro a tu cerebro planificando con antelación. Para conseguirlo, necesitas un sistema en el que puedas confiar. Si planeas hacerte revisiones semanales para comprobar lo que has hecho y lo que te has saltado, no te lo saltes. Si anotas cada idea o tarea que te viene a la cabeza, escríbelas todas. Empezar es lo difícil, pero tienes que ser constante para que este sistema funcione, de lo contrario se quedará en el olvido. Una vez que te empieces a acostumbrar, ni te darás cuenta de que es una rutina.
Hoy en día, las distracciones están por todas partes y, como humanos, caemos fácilmente en ellas. Ya sea una notificación en el teléfono o en la computadora, o sólo navegar sin parar en cualquier sitio, o simplemente porque nuestra capacidad de atención es muy corta. Mantener la atención no es tan fácil como quisiéramos, y la concentración es algo que puede perderse fácilmente. Esperamos que estos consejos te ayuden a mantener la concentración y apoyen la mejora de la productividad mientras trabajas.
Recuerda que es importante ser amable con nosotros mismos. Perdónate si el día no ha ido según lo previsto y te ha costado mantener la concentración. Las investigaciones sugieren que practicar la autocompasión cuando no has logrado todo lo que querías puede, de hecho, impulsar una mayor productividad y comportamientos positivos en tareas similares en el futuro.