Hirebook Blog

Cómo Formar un Equipo de Trabajo Exitoso

Escrito por Laura Iñiguez, Content Manager en Hirebook | 20-jul-2022 16:50:34
No hay ningún truco mágico para crear un equipo perfecto. Puedes contratar a personas de gran talento, con un gran conjunto de habilidades diferentes, y aun así podrías acabar con un equipo por debajo de la media. No depende solo de los empleados el generar un trabajo en equipo exitoso, sino que depende de ti, como directivo, el mezclar sus habilidades de una manera que funcione y los empodere.

 

El éxito de un equipo depende de la capacidad de su gerente para sacar lo mejor de cada uno de sus miembros y utilizar sus puntos fuertes para lograr un objetivo común, juntos. Un buen líder entiende las motivaciones de sus empleados, sabe corregir los errores sin regañarles y les permite trabajar de forma autónoma.

En resumen, se necesita un liderazgo fuerte para formar un excelente equipo de trabajo. La creación de equipos requiere habilidad y creatividad, puedes aprender mucho sobre lo que se necesita para crear un equipo de éxito, pero tu intuición te ayudará a determinar si vas por el buen camino o si necesitas dar unos pasos atrás y cambiar tu enfoque. En cualquier caso, estamos aquí para ofrecerte consejos y estrategias para formar equipos de trabajo que te ayudarán a alcanzar tus objetivos.

1. Apoya a Todo Tu Equipo

Esto es probablemente bastante obvio, pero apoyar a tu equipo de trabajo implica muchas cosas. Los miembros de tu equipo son tu familia fuera de casa, y al igual que apoyas y proteges a los miembros de tu familia, debes hacer lo mismo con tu equipo.

Como jefe de tu equipo, estás ahí para facilitar la comunicación y guiarlos e inspirarlos para que hagan un gran trabajo. Tu equipo no confiará en ti y no te seguirá si no se sienten respaldados por ti. Al fin y al cabo, todo lo que hace tu equipo es responsabilidad tuya. Si fallan en algo o no alcanzan un determinado objetivo y les echas la culpa, ten por seguro que no responderán positivamente... puede que la próxima vez hagan un mejor trabajo, pero también estarías creando un ambiente muy tóxico. Su buen rendimiento no durará mucho si tus empleados trabajan bajo un liderazgo tóxico.

Si quieres inspirar a tu equipo, tienen que saber que pueden contar contigo. Si acuerdas algo y no funciona como estaba previsto, responsabilízate de ello y, en lugar de hacer un berrinche y enfadarte con ellos, intenta buscar una solución juntos. Hazles saber que estás ahí para indicarles la dirección correcta y señalarles en qué falló la estrategia para que puedan aprender de ello. Con el tiempo, necesitarán menos microgestión y se convertirán en un equipo fuerte en el que podrás confiar.

2. Valora a los Miembros de tu Equipo

El éxito no es algo que se consiga solo, es un trabajo de equipo. Todas las personas implicadas han contribuido a alcanzar el éxito trabajando con eficacia y desempeñando sus funciones. Algunos tendrán más que ver con el éxito que otros, pero sea cual sea el esfuerzo que haya llevado al éxito, es importante reconocer y elogiar a los miembros de tu equipo por el trabajo que realizan.

Proporciona siempre comentarios constructivos y positivos, y señala lo que tus subordinados directos hicieron bien al realizar su parte del trabajo. Esto tendrá un impacto positivo en tu equipo, haciendo que se sientan valorados y apreciados, haciendo que trabajen más duro para superar las expectativas y el rendimiento anterior. Aumenta su confianza, todo el mundo comete errores pero eso no es razón suficiente para destrozar a tu equipo, en su lugar, sé motivador, ayúdales a corregir sus errores y a trabajar hacia adelante.

Si quieres un empujón extra, puedes poner a otros miembros fuertes del equipo en una posición de liderazgo, empoderándolos para encontrar soluciones por sí mismos y ayudándote a empujar a tu equipo hacia un alto desempeño.

 

Employee Engagement: La Guía Definitiva

Todo lo que necesitas saber acerca del Compromiso Laboral.

 

3. Establece Roles Claros

Los equipos funcionan mejor cuando cada empleado es responsable de aportar algo específico. Tener las funciones bien definidas les permite concentrarse en completar las tareas individuales y seguir estrategias específicas, en lugar de utilizar su energía para pisar un lugar que no les corresponde o hacer algo en lo que ya está trabajando otra persona.

Establece reglas básicas, roles claros y expectativas, que te mostrarán las verdaderas habilidades de los miembros de tu equipo. Es importante mezclar y combinar sus funciones de vez en cuando, y no tener a las mismas personas pegadas a las mismas tareas siempre, esto les ayudará a desarrollar habilidades nuevas y existentes e incluso puede trazar un camino profesional claro dentro de la organización.

4. No Microgestiones

La microgestión asfixia el rendimiento de tu equipo y sólo crea relaciones tóxicas. Si tratas a tus empleados como niños pequeños, empezarán a actuar como tales. Tus empleados tendrán miedo de cometer cualquier error porque sabrán que reaccionarás de forma exagerada y serás completamente opresivo a la hora de "ayudarles" a corregir sus errores. Poner esta cantidad de presión en tu equipo sólo tendrá un impacto negativo en su rendimiento y en el éxito general de la organización.

Puedes evitarlo dejando que trabajen de forma autónoma. Es comprensible que se pongan nerviosos al respecto, pero puedes empezar con tareas más sencillas para que adquieran confianza. Esto no significa que debas ser condescendiente, simplemente aprende a liberar el control total y permite que tu equipo se autogestione. Puede que te sorprendas cuando sepas que realmente pueden hacer su trabajo sin que estés encima de ellos.

5. Aprende a Maximizar las Habilidades de tu Equipo

Cada persona es diferente, con un conjunto diverso de habilidades y personalidades. Si juegas bien tus cartas, puedes emparejar a tus empleados de forma que sus habilidades se complementen entre sí. Esto es clave porque cada persona tiene sus propios puntos fuertes y débiles; la fortaleza de un empleado puede anular la debilidad de otro. Emparéjalos correctamente y minimizarás las deficiencias que pueden afectar negativamente al rendimiento general del equipo.

Un líder de éxito debe entender en qué punto se encuentra cada miembro del equipo de trabajo, para saber cómo ponerlos a trabajar de la mejor manera posible para lograr el éxito. Para ello, los grandes líderes deben desarrollar inteligencia emocional y aprender a establecer una comunicación clara con distintas personalidades para motivarlas correctamente.

6. Alienta a los Miembros de tu Equipo a Tomar Riesgos

Un buen líder no deja que sus empleados se conformen y vayan a lo seguro. Si no deja que sus empleados se arriesguen, todos van a perder grandes oportunidades y resultados. Por supuesto, la asunción de riesgos debe hacerse con una orientación eficaz del equipo o acabarás desarrollando un sistema para resolver problemas imprevistos. No deje que las cosas se le escapen de las manos y aprenda a mantener a su equipo en el buen camino al tiempo que les permite ser libres para perseguir riesgos que podrían traer grandes recompensas positivas para la organización. 

Si dejas que tu equipo sea audaz y arriesgado, podrás observar cómo se desenvuelven bajo la emoción de la libertad y la expectación. Esto te permitirá comprender mejor cómo y por qué toman determinadas decisiones.

Un equipo exitoso y eficaz no puede construirse a partir de la contratación de personas con talento o de una cultura empresarial estructurada, todo se reduce a la forma en que el líder los gestiona, lo que hará que un equipo brille y prospere. Siempre puedes confiar en una herramienta de gestión del rendimiento para hacer check-in con tu equipo y averiguar si hay algún bloqueo que deba eliminarse para seguir trabajando con éxito.



Photo credit - freepik